Los pollitos entran desde un día de vida para recibir un trato muy especial. Es una etapa de crecimiento muy importante en la que controlamos con esmero la temperatura de la sala, su alimentación y su desarrollo.

Tras sus primeros 35 días y hasta el final del cebo, nuestras aves disfrutan de amplios espacios rodeados por un mar de pinares donde poder pasear y pasear al aire libre (algo que adoran).

Estos espacios están pensados para albergar un ave cada 4m², con rotación para preservar su cubierta vegetal. Cuentan con cama de paja limpia, calefacción en invierno y frescas sombras en verano, y por supuesto con un acceso muy fácil a comederos y bebederos.

La calidad de la alimentación de nuestras aves es clave. Su dieta se compone principalmente de trigo, guisantes, pipas de girasol, cebada y soja producidos de forma ecológica. Totalmente libre de transgénicos.

Mas allá de los 40 días de vida de un pollo industrial común, los pollos ecológicos han de superar los 81 días de vida. En Ecosancho esperamos a que hayan pasado más de 110 días. Así obtenemos una carne deliciosa y diferente a la que puedas encontrar 
habitualmente.

Podrás disfrutar con los tuyos de una carne que no se deshace en la boca, con una consistencia perfecta, sin ser dura ni fibrosa y con un sabor espectacular.